viernes, 16 de marzo de 2018

Día 3: 28/02/2018 Miércoles Tokio

Hola, ya estoy de nuevo. Repuesto del largo viaje y con ganas de seguir descubriendo Tokio de la mano, esta mañana, de la guía de habla hispana y que se llama Yuki(ko). Nos aclara que la terminación (ko) es para solo para los nombres de las mujeres pero ya está en desuso. Se ha eliminado el (ko). Habla perfectamente español y sin dejes. Este es su correo: yuki.tabiyu@gmail.com Hemos empezado el recorrido de la visita a la ciudad, de cuatro horas, concertado con la agencia de viajes Exoticca a las 9 de la mañana.  Estamos en total 12 personas: españoles de distintas ciudades, dos uruguayas, madre e hija. Nos acercamos al templo. Budista Senso-ji que está cerca del hotel. Interesante conocer la historia y los sentimientos de los japoneses sobre su espiritualidad. Este templo budista está localizado en Asakusa, Tokio, cerca de nuestro hotel. Es el templo más antiguo de Tokio y uno de los más importantes. Está asociado a la secta budista Tendai, de la que se independizó después de la Segunda Guerra Mundial. Existe una total armonía entre los templos y jardines.

 
 
 

Las líneas del metro están denominadas por letras A, B, C,....JY.... y cada parada esta por orden numérico. Así podemos estar en una estación de metro y estamos en G19 será la linea G y la estación 19 Asakusa. Cerca del templo tenemos la linea G Ginza y la estación 19. Después vamos al centro de la ciudad y hacemos intercambio de linea para llegar al parque Yoyogui y al Ayuntamiento. Antes Yuki nos explica que tenemos que coger una tarjeta de 500 Yenes y que recargaremos con 1.000 yenes. Cada viaje cuesta 230 yenes individualmente pero podemos coger por días o por semana.. Total que cogemos tarjeta para recargar e iremos recargando según nuestras necesidades. Una breve explicación sirve para ver lo sencillo que viajar por el metro de Tokio.

 


Ahora vamos a la estación de Shikuju, es muy grande y confluyen distintas líneas. Visitamos primero la municipalidad de Tokio donde trabajan más de 10.000 personas en las dos torres que se construyeron después de la guerra. Es donde trabaja la alcaldesa de Tokio. La visita es gratuita y subimos 55 pisos en 45' sin enterarnos. Desde la torre norte, donde subimos se divisa todos los edificios más emblemáticos de la ciudad y en días que no haya niebla se divisa el monte Fuji, que esa sagrado para los japoneses.

    

No pudimos ver el monte Fuji por no estar el día claro. Se puede apreciar en la foto un día despejado. Hay una distinción entre templo y santuario. Así los templos son budistas y los santuarios son sintoístas. A pesar de la gran profusión de templos y santuarios los japoneses no son especialmente religiosos.
 

Como podemos comprobar en el metro y otros lugares nos muy amigos del manga, comics y de los tebeos que allí se denomina anime.
 

Más tarde volvemos al metro y en dos paradas nos acercamos a la céntrica estación de trenes JR Harakuju. Desde allí nos dirigimos al cercano Parque Yoyogi, una de las principales zonas verdes de Tokio, donde visitamos la parte exterior del Templo Meiji Jingu, ubicado dentro del parque. Este santuario sintoísta está dedicado al emperador Meiji con un simbolismo místico muy especial. La historia de este precioso monumento, data de principios del siglo XX, reconstruido después de la II guerra mundial,  en el que podemos depositar en su entrada un papel con nuestros mejores deseos. A la entrada hay un enorme torii de cedro invita a la meditación, tranquilidad y paz espiritual. 
Los japoneses tienen verdadera debilidad por los cómics y en especial por el manga. Así les ves en el metro con el móvil leyendo mangas y hacen publicidad en todos los medios.

 
Santuario Meiji, situado en Shibuya, es un santuario sintoísta dedicado a los espíritus deificados del Emperador Meiji y su mujer, la Emperatriz. Tiene gran renombre nacional e internacional y acuden muchas personas a sentirse mejor espiritualmente. Aquí suele venir la familia imperial. Desde hace unos años tienen muy buena relación países extranjeros y lo han visitado presidentes de varias naciones. EE.UU., Francia y otros.  A la entrada del santuario, nada más pasar el torii, hay a la derecha gran cantidad de barriles de sake ofrecidos por la población. También Francia ha querido contribuir y ha regalado cubas de distintos vinos franceses que están expuestos al lado izquierdo.
Meiji-jingu  Resultado de imagen de santuario meiji
  

En los santuarios sintoístas muchas personas hacen peticiones de salud, trabajo, dinero, en fin de todo lo que puedas pedir a las deidades. 

En estos dos días que estamos en Tokio es sorprendente que no vemos fumar a nadie en la calle, en restaurantes, bares, en los jardines,  salvo en los lugares reservados (muy pocos) y no hay ni un solo papel o colilla en el suelo. !!!!!Además es muy difícil encontrar una papelera!!!!
Acabada la visita del templo, nos despedimos de Yuki y los demás.

                  
 Nosotros decidimos patear la ciudad y nos vamos andando a la calle Takeshita Doori, donde tiendas modernas, heladerías, comercios y sobretodo abunda la gente joven y donde buscan sus disfraces de personajes de todo tipo. Lolitas, Mario Bros, de los cómics manga, en fin de todo lo que se puedan imaginar. Una calle bulliciosa y juvenil que hay que visitar sin falta. 

 
 
También Ura Harajuku, otra calle importante de la zona comercial de Shibuya. 

 

Seguimos visitando la zona y nos adentramos en el barrio Shibuya, bullicioso a todas las horas pero especialmente al atardecer donde se concentran y se citan  los jóvenes en la zona de la estación del metro y alrededores. Aquí se ubica el paso de cebra más transitado del mundo. Se ha contabilizado hasta más de 1000 personas cada vez que han pasado en los 50' que dura el semáforo abierto.

 

 

En el barrio de Shibuya se concentran muchas tiendas de cómics, manga, anime y otros libros relacionados que son como nuestros los tebeos. Hay verdadera cultura a nivel nacional de este arte. Por todos los sitios vemos cómics.

     


Nuestra siguiente parada tiene lugar en el Barrio de Omotesand donde observamos multitud de edificios modernos de oficinas y tiendas de moda que dotan de un aire vanguardista a esta zona de la capital nipona. De hecho se habla a esta zona de los campos elíseos nipones por su semejanza con París. 

 

Vemos restaurantes con máquina expendedora de tickets para comer. Se aprecia platos por menos de 800 yenes. O sea, 6 €. También hay repartidores de UBER en bicicleta por la ciudad.
Se va haciendo de noche y nos adentramos en el barrio Roppongi donde se ubican la mayoría de extranjeros. Aunque no tiene la concentración de rascacielos de Shinjuku, hay elementos arquitectónicos, como Maman, idéntica a la de Bilbao, la araña de la artista francesa Lousie Bourgeois que acompaña a los edificios de Roppongi. Este barrio presume de tener tres de los edificios más altos de Tokio: la Torre de Tokio (333m), 13 m más alta que la Torre Eiffel, la Torre Mid Town (248m) y la Torre Mori (238m).
      

Nos ha sorprendido la Torre de Tokio que es una imitación a la Torre Eiffel pero 13 metros más alta.
 

Paramos a comer por el camino y encontramos muchos restaurantes donde comen a cualquier hora los tokiotas. Son bastante individualistas y suelen estar solos.

 
       

Por fin encontramos algunos árboles, ciruelos en flor, los cerezos brotan las flores a finales de marzo y principios de abril.

De este barrio nos vamos andando hasta la zona del centro de Tokio y llegamos al Palacio Imperial. Nos gustaría visitarlo, llegamos tarde, pero cierran para las 17 horas. Rodeado de un gran foso. Cerrado al público pero nosotros queremos verlo de cerca a estas horas y nos invitan a retirarnos amablemente.

Son las 22:00 y cenamos en uno de los restaurantes que hay en la zona y cogemos el metro camino del hotel. Total hoy hemos andado 20 km.


 
 

Tomamos la línea G en la estación G13 nos lleva hasta Tawaramachi G18 muy cerca de nuestro hotel.

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