viernes, 16 de marzo de 2018

Día 6: 03/03/2018 Sábado. Kanazawa

Quedamos con la recepcionista que nos veríamos a la mañana siguiente. Así fue. Se dijo que su nombre en español significaba Clarita. Nos dió la dirección de Instagram y Facebook. Nos levantamos a las 7:00 de la mañana pues a las 9.00 teníamos que coger  el tren de Tokio a Kanazawa. 

Nos despedimos de Clarita bastante emocionada. Super simpática y muy cariñosa rompiendo el estereotipo japonés. No dan la mano, no se rozan ni se dan besos... Nos dió besos y abrazos. Gestos que es muy difícil ver en una persona japonesa. 
No nos encontramos con Silvana y Andrés. Nosotros ya habíamos reservado antes los asientos. En estos trenes hay vagones con reserva de asiento y otros vagones que puedes ir sin reservar. Puede ocurrir que tengas que ir algunos tramos de pie. 

 

Paisaje diverso, vamos de Tokio a Kanazawa que está en el mar de Japón, frente a Corea. Ciudad moderna casi con casi 500.000 habitantes.

  
  

Casi 3 horas del Shinkansen (tren bala) para llegar a la estación intermodal de Kanazawa. Como 2 días después tenemos previsto ir a Kyoto y decidimos por ello, cuando llegamos a la estación de Kanazawa, lo primero reservar 2 plazas para Kyoto en el tren bala. Después info turismo, en la estación, y al hotel Holiday Inn Anna Kanagawa Sky, a 900 m de la estación. Por cierto un hotel *** muy bueno.

Comprar un kimono como este puede costar... 150.000 yenes. mas de 1.000 €.


Dejamos las maletas en el hotel, pues hasta las 15.00 no nos dan la habitiación. Visitamos el mercado Omicho. Para empezar estaba abarrotado. Era sábado pero es igual la gente suele buscar el producto más fresco y de mejor calidad entre los puestos. Los sonidos y olores que allí percibes son únicos, ya que cada mercado tiene su propia personalidad. La estrella era el marisco, donde vi algún molusco de tamaño casi deforme. Flores, carne, verduras, pescados, la mezcla es extraordinaria. recomendable, aparte de sus productos que venden, está lleno jóvenes esperando un sitio para comer. Buena señal, buena comida a buen precio. Hay bastantes sitios para comer. Tomamos un tentempié.



Posteriormente nos dirigimos al castillo, visita gratis y nos acercamos al jardín Kenroru-en. 300 yenes y para mayores y “discapacitados” gratis. Para estudiantes, nada. 
 

El jardín merece una o dos visitas. Precioso y está al lado del castillo. 

  
 
 
 
 

Volvemos al hotel descansar. En el camino encuentro un joven japonés fotografiando a una chica y soy fotografiado por el. Muy simpático.
Casi está anocheciendo y buscamos uno de los barrios que pone en la guía y que nos habían indicado en la oficina de turismo, Nishi Chaya donde vivían las geishas y donde dicen que podremos encontrar alguna. 

 
Nada. Varias casonas convertidas en tiendas. Ya de noche, sobre las 6:30 pm a ver el templo Myouryuji, llamado también templo de los ninjas o Ninjadera. 
 

Cerrado pero hablamos con un hombre y nos dice que mañana. Pues mañana veremos. Nos vamos para el hotel, mientras vemos unas tiendas y valoramos lo que hemos visto y sólo nos queda ver otro barrio y la casa de los samurais, vamos para unas horas.
 


Cambiamos de planes en vez de pasar mañana todo el día en Kanazawa decidimos ir a Shirakawago, pueblo de 600 habitantes Patrimonio de la Humanidad desde 1995

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